SOLAMENTE UNA VEZ

martes, febrero 09, 2021

 

 

A veces encontrar el amor es como encontrar un trébol de 4 hojas, son cosas que pasan una sóla vez en la vida. 

Quizá muchos refuten mi primer declaración porque, seguramente existan personas o que hayan encontrado más de un trébol o hayan encontrado el amor más de una vez.
Pero bueno, claramente hablo desde mi experiencia y lo que los demás tengan o no que opinar realmente me importa 3 carajos, porque soy así de desconsiderada.
 

De todos modos, reconozco que, quizá no fue el mejor de los ejemplos para empezar a desarrollar mi historia o idea pero bueno... fue lo primero que se me vino a la mente, y hagamos de cuenta que esto es psicoanálisis, ergo: asociemos libremente.

En mi caso, el amor real, que te marca a fuego y te deja con quemaduras de 3er. grado, llegó a mi vida hace 16 años, a mis 21 años de edad, cuando conocí a quién hoy es el padre de mi hijo. La verdad es que no supe muy bien qué fue lo que se me reveló en aquel entonces, cuando todavía no tenía el nivel de conciencia que maniobro hoy, pero creo que muy internamente en algún que otro subsuelo del inconciente, SABÍA que mi vida no sería nunca más igual cuando lo conocí. En aquel momento no lo sabía todavía pero estoy absolutamente segura de que encontré el amor de mi vida, mi alma gemela y todo eso que muchos aseveran que existe. Por desgracia, hace un tiempo descubrí que las uniones kármicas, esos amores que recorren tiempo y espacio persiguiéndose unos a otros para reencontrarse a través de diferentes vidas, suelen cumplir un ciclo de aprendizaje y luego, si no comparten el mismo nivel de evolución espiritual, finalmente se separan, cuando ya todo lo que debían aprender juntos se concluye.

La verdad es que yo todavía me encuentro en el medio del camino. En un puente mirando hacia abajo temerosa de cruzar hacia el otro lado. No puedo, simplemente, NO PUEDO, aceptar que todo ha concluído y debo soltar. Sé que todo sería mucho más sencillo si pudiera hacerlo pero por desgracia pareciera que el abandonar el amor no viene en mi código genético, muchísimo menos cuando estoy hablando del amor de mi vida. Cuando SÉ que nuestras almas recorrieron océanos de tiempo y mar para unirse una vez más en esta vida. Cuando su primera declaración de amor fue: NO PUEDO SACARTE DE MI CABEZA y la segunda: TE QUIERO SÓLO PARA MI. 

De todas formas, aún así, como todavía no tenía el nivel de conciencia que tengo ahora, encontré la manera de cagarla, apaentemente, para el resto de mi vida o de mi vida actual, por lo que estoy en suspensión en un punto de interrogación absolutamente invasivo del que no tengo ni la más pálida idea de cómo salir, a tal punto que no sé siquiera, cómo terminar mi texto... asi que...
TO BE CONTINUE...



©CATALINA PECORA
2021


No hay comentarios.:

MIS OTROS BLOGS