CUARENTENA TINDEREANA

jueves, agosto 27, 2020


Dicen que desde que el sexo se volvio facil de conseguir el amor se volvio dificil de encontrar... yo no podria estar mas de acuerdo con dicha leyenda. Si la cosa estaba complicada antes de la cuarentena, ahora esta absolutamente empantanado el ambiente del mundo de las apps de citas. Yo cito Tinder porque parece ser la mas popular pero le siguen de cerca happn y badoo y no Sres. no hay una que zafe para el que busca una interaccion medianamente humana, normal o sana con una persona del sexo opuesto. Ni hablar para aquel que intenta encontrar en dichos catalogos vivientes un vinculo un poco mas profundo con otro ser viviente, ahi la cosa se vuelve una tarea de inverosimil a utopica. Pobre gente la que pretende encontrar al amor de su vida en lo que para mi es casi como el viejo rubro 59. Minas exhibiendose en culos o tetas pero poniendo frases en sus perfiles como que lo esencial es invisible a los ojos... pobre Saint Exupery si supieran con que simpleza (por ser sutil) se lo cita, se cortaria las manos con las que escribio el mejor extracto de la literatura de todos los tiempos... y despues estan los tipos, subiendo fotos al volante para asegurarse que las minitahs sepan que tiene auto y despues infaltables, las fotos de sus viajes para que se intuya sus poderes adquisitivos. Basicamente lo que estas aplicaciones venden es sexo express. Aca el que no coge es porque no quiere es el lema principal de las mismas, pero bueno... he oido tambien de excepciones, en donde se han formado parejas medianamente estables pero en mi opinion segun mi estudio socio-antropologico de madrugada, son casos enteramente excepcionales en donde claramente ha habido una importante acomodamiento interplanetario que ha colaborado a las mismas...

En mi caso particular, en el que polulo por esos antros virtuales de mero aburrimiento ya que tengo clarisimo que de no ser con la persona a quien amo y con quien comparto un hijo JAMAS me voy a volver a poner en pareja muchisimo menos tener ningun tipo de relacion casual de ninguna indole. Es HIPER frustrante tratar de entablar una conversacion que se encarrile medianamente por los caminos de la intelectualidad ni siquiera aun hilando fino. Pero bueno, a veces, muy pocas y raras, aparece la aguja en el pajar y aunque sea en un ida y vueltas de ideas y comentarios medianamente ingeniosos la cuarentena se hace menos pesada, el resto del tiempo es como estudiar el comportamiento de los monos y viendo y cronometrando cuanto tardan en samarrearte el miembro o cagarse en la mano para revolearte su mierda, porque bueno... claramente... es lo que los monos hacen...


©CATALINA PECORA
2020

LA MEMORIA

domingo, agosto 09, 2020

Recién, tratando de dormirme sin la pastilla de dormir (cosa que va a ser difícil). Me puse a pensar en los fascinantes terrenos de la memoria. Me puse a recordar cosas irrecordables casi con lujo de detalles, como por ej. cómo conocí a un amigo por mensajes de la radio fm hace como mil años (tengo 36 en realidad. Toda una vida!!!) o cosas no tan lejanas como mi vida de casada y la no tan lejana infancia de mi pequeño hijo. Es increíble como la memoria es como una bola de cristal. Te lleva por pasado, presente y futuro (aunque eso ya no se llamaría memoria sino visualización creativa), o como la galera de una mago que saca esos interminables pañuelos de colores entrelazados unos con otros. Asi funciona mi memoria. Recuerdo algo y ese algo me lleva a otra y otra cosa en un sin fin de colores y sensaciones que no me dejan parar de pensar. Por lo cual ya tengo 3 motivos por los cuales no puedo dormir: no tengo las pastillas, no paro de pensar y mi vecino está de joda de nuevo.

Pero retomando, la memoria puede ser triquiñosa (amo esa palabra), las cosas no siempre pueden haber pasado como las recordamos exactamente. Por eso es bueno tener " compañeros de memoria " que le ayuden a uno a armar el rompecabezas entero. Para recordar nuestra infancia nada mejor que tener hermanos u amigos de esa época Y nuestra vida en gral. amigos, amores, confidentes de todo tipo. Llega cierto punto de la vida en que la memoria se difumina como con una cierta bruma que la nubla y se nos van extraviando detalles como nombres o lugares o sonidos y perfumes (aunque estos últimos con el estímulo adecuado pueden ser detonadores de un sinfín de recuerdos).
Particularmente yo no gozo de buena memoria o mi memoria no goza de buen entrenamiento y se encuentra fuera de estado. Creo que más lo segundo que lo primero ya que nada es porque sí. Quizá también es posiblemente probable que posea de una memoria altamente selectiva y que mis recuerdos, es decir, mi memoria,  deje a la vista sólo lo más bonito de ella y barra bajo la alfombra del inconciente el resto con sus detalles escabrosos. No sé si esto les pasará a todos o sólo a mí. Pero bueno. Lo seguiré meditando con la almohada...

©CATALINA PECORA
2020

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