¨ Soy demasiado débil para rendirme y demasiado fuerte para para perder ¨ - recita la canción de los Foo Fighters. Si bien la frase puede ser medio triquiñosa, entiendo que habla de lo que uno no quiere dejar ir. No quiere o no PUEDE, por el motivo que sea. A veces simplemente uno está demasiado aferrado, como la uña a la carne, aunque a veces hasta estas mismas por diferentes accidentes, se pueden caer y finalmente separarse del dedo...
No sé cuál será el motivo que a mi me mantiene en estado vegetativo frente a esta situación de tener que soltar y dejar ir. Quizá haya sido el arrebato injusto de lo que era mío por personas con las más crueles intenciones y la envidia, a la que llaman miserable no por querer lo que el otro tiene sino por querer que el otro no lo tenga. Y quienes querían que yo no fuera feliz y no tuviera lo que tenía, no se daban cuenta que detrás había una familia consolidada? Otra persona que también con pros y contras que también tenía algo y era feliz? y sobre todo un pequeño niño que tenía a su papá y a su mamá juntos y no tenía como hoy que sólo soñarlo? No lo pensaron. Sólo pensaron en hacerme daño sin detenerse a considerar los daños colaterales.
Debo confesar que yo tampoco pensé en los daños colaterales de mi error y por eso llevo en la espalda un infinito costal de pesada culpa. Y no sólo culpa por lo que hice, sino culpa por todo lo que no hice cuando pude hacerlo, en el pasado, a dónde no se puede viajar a corregir los errores. Culpa por la cápsula en la que mi enfermedad me tenía en una zona de confort y no me dejaba asomarme a ver cómo mi familia se desvanecía frente a mi desidia, yo me sentía terriblemente sola y abandonada, pero mi egoísmo nunca me dejó darme cuenta de que no era la única que se sentía asi bajo mi propio techo...
Y por eso no puedo soltar. Por eso no me puedo rendir ante la oportunidad de que el destino me deje enmendar lo que rompí. Porque mi amor nunca se fue. Mi amor se lame las heridas día tras día y espera con ardor y esperanza que las cosas alguna vez cambien y no que vuelvan a ser como antes, sino mejores. Mucho mejores. Rezo cada día por ello. Cada noche....
©CATALINA PECORA
2020
