PENSAMIENTOS...

viernes, junio 08, 2018

Nadie me enseñó a andar en bicicleta como a todos los demás. Nadie me ayudaba con las tareas como a todos los demás, ni me daban plata para los recreos como a todos los demás. No tuve padres protectores como todos los demás y cuando llegó la hora, los depredadores me devoraron como a cualquier cría dejada a la interperie.
Casi todo lo que aprendí en la vida lo hice sola y a la fuerza. Raras veces tuve a alguien acompañándome. me he caído y lastimado más de una vez y hoy tengo una fortaleza que si bien a mi me parece bastante endeble, me ha sacado a flote más de una vez cuando siento que el agua me llega al cuello.
Incluso nunca tuve a nadie que me defendiera luego de que mi viejo muriera, también tuve que aprender a hacer eso sola. Y hoy, mucho de eso que aprendí sola sin que nadie me corrija, tengo que enseñárselo a mi hijo ¿Cómo voy a saber cuando lo que le diga va  estar bien o mal cuando nadie me ayudó a mi en el pasado? Es una de las tantas cosas que me pregunto todos los días...


©CATALINA PÉCORA
2018



1 comentario:

Bruno dijo...

Tu hijo no te necesita para que le digas lo que está bien o mal, te necesita para que le enseñes a poder pensar por sí mismo y determinar por sí solo si las cosas están bien o mal. Tampoco digo que estuviera "bien" ni "mal" que te hayas "criado casi por completo sola", justamente. Pero es lo que pasó. Es lo que te tocó. No podés cambiarlo, ni queriendo.
Soltá el pasado.

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