Es el día 18 de la cuarentena. Estoy practicamente sin dormir. Pero no puedo seguir intentando hacerlo. Me agobia un pensamiento. El pensamiento de toda esa gente que quise mucho y que tengo que meter en el archivo de NUNCA MÁS sin que ellos se hayan muerto ni nada. Continúan sus vidas felices y contentos sólo que habiéndome extirpado a mi de sus existencias. Me parece algo tan desalmado y difícil de aceptar. Gente que te quiso, gente que llegó a amarte quizá y hoy para ellos sos un desconocido, un fantasma, como escribí en mi canción ¨ Ser del pasado ¨ una vez... como una especie de realidades paralelas en la que tu vida continúa pero sin ellos, aunque una los tenga continuamente en la mente, en la memoria, ellos no están, o están pero no los ves, o los ves pero de lejos, algo similar a lo que vivía el personaje de Sábato en su libro ¨ El Túnel ¨, donde literalmente decía lo siguiente:_"No, ni siquiera ese muro era siempre así: a veces volvía a ser de piedra negra y entonces yo no sabía qué pasaba del otro lado, qué era de ella en esos intervalos anónimos, qué extraños sucesos acontecían; y hasta pensaba que en esos momentos su rostro cambiaba y que una mueca de burla lo deformaba y que quizá había risas cruzadas con otro y que toda la historia de los pasadizos era una ridícula invención o creencia mía y que en todo caso había un solo túnel, oscuro y solitario: el mío, el túnel en que había transcurrido mi infancia, mi juventud, toda mi vida." (cap. 36).
¨ El muro se volvía de piedra y yo no sabía qué pasaba del otro lado o qué era de ella en esos intérvalos anónimos...¨ - ASÍ. Así se siente con exactitud lo que me pasa con esta gente que yo añoro y ellos ni me registran. Metidos en cajas dentro de cajas dentro de cajas... tratando de olvidarlos...
Es más fácil si se mueren, porque ahí ya tengo la noción de que el lugar a dónde van a ser archivados en mi cabeza y sobre todo físicamente ya no va a ser accecible...
No hay comentarios.:
Publicar un comentario