He escuchado muchas veces que los demás y sus comportamientos no son más que un mero reflejo de quienes somos en realidad nosotros mismos. Por lo que calculo ligeramente que mientras más gente tenemos alrededor más son las posibilidades de conocernos a nosotros mismos tenemos.
Pero... ¿Qué pasa cuando mayormente estamos solos? Cuando no estamos rodeados de amigos que sean capaces de devolvernos ni lo bueno ni lo malo dentro nuestro ¿Estamos condenados a vivir en un espiral de desconocimiento y el eco de la ignorancia eterna?
Así me siento yo casi todos los días. Mientras la soledad más se enmaraña en mi vida, más me desconozco. Más me pierdo dentro de pensamientos, sentimientos y emociones confusas que no me dejan despejar las dudas que tengo respecto de qué hacer con mi vida o hacia dónde dirigirla...
©CATALINA PÉCORA
2018
Pero... ¿Qué pasa cuando mayormente estamos solos? Cuando no estamos rodeados de amigos que sean capaces de devolvernos ni lo bueno ni lo malo dentro nuestro ¿Estamos condenados a vivir en un espiral de desconocimiento y el eco de la ignorancia eterna?
Así me siento yo casi todos los días. Mientras la soledad más se enmaraña en mi vida, más me desconozco. Más me pierdo dentro de pensamientos, sentimientos y emociones confusas que no me dejan despejar las dudas que tengo respecto de qué hacer con mi vida o hacia dónde dirigirla...
©CATALINA PÉCORA
2018
No hay comentarios.:
Publicar un comentario