CEMENTERIO

sábado, julio 16, 2016

Esa noche Juan me pasó a buscar tarde. Claro. ¨ El flaco ¨ como le decía mi familia despectivamente vino sin el auto. Tenía un Duna negro modelo ´94 hiper chocado, por lo que tenía una puerta roja, otra parte sin color, otra oxidada y el resto olvidado de lo que solía ser el auto antes de los crashes.
Era la primera vez que iba a ir a su casa y era la primera vez que me iba a subir a un bondi que pasaba por el medio de un cementerio para llegar a destino. Juan llegó tarde. Lo esperaba a las 22 y me cayó 22.30. Ya era todo cualquiera.
Esperamos el bondi unos quince minutos y yo ya me había rayado. Ya tenía ganas de volverme a mi casa, pero buen, ya estaba... aparte me intrigaba ver lo del cementerio. Era como una onda de tour tenebroso de noche de brujas. Si es que se iba a ver algo interesante.

No sé cómo pero de repente entrando al cementerio pegamos mesa dentro del bondi que ahora parecía más bien un tren y había chance de bajarse a mirar qué onda pero Juan no quiso. Yo me bajé. Estaba todo hiper oscuro, apenas veía por dónde caminaba, y no vi que nadie más bajara, a lo lejos escuchaba murmullos y cada tanto como un eco la pregunta:_¨ ¿¡Dónde estoy!? ¨ - vi a un par de enterradores y tumbas precarias y frescas, por un momento hasta vi una tumba toda tapada con maderas y la tierra removida:_¨ Aca boletearon a alguien...¨ - pensaba - ¨ Qué boludo este Juan lo que se está perdiendo por cagón...¨ - A lo lejos escuché el ruido como de dos tiros de arma de fuego y me salí de la cadena de pensamientos. Me agarró miedo a mi. De repente apareció una flaca en moto en el medio de todas las tumbas y la oscuridad a los gritos como si la tipa estuviera montando un caballo en el medio del lejano Oeste. Me subí a su moto o me subió ella como escapándonos de algo. No sé. No entendía nada - ¨ ¡¡¡Me llamo Mercedesssss!!! ¨ - me gritó - ¨ ¿¡Vos quién sos!?, ¿¡Qué hacés aca a esta hora!? ¨ - ¨ ¡¡¡Soy Catalina, pasábamos por aca con mi novio y el no se quiso bajar a mirarr!!! ¨ - ¨ ¡¡¡Vamos a buscarlo para hacer un tríiiooo!!! - batió... y fuimos... me subí, al ahora vagón y llamé a Juan a los gritos:_¨ ¡¡¡Dale boludo, vamosssss!!!, ¡¡¡No sabés lo que essssssss!!! ¨ - Juan apareció entre las penunbras con bandejas pedorras de comida y me dijo no con la cabeza, en realidad me dijo no, NI en pedo con la cabeza (Sí. Es posible notar esas cosas sólo con un gesto). Asi que me volví a bajar pero Mercedes se había ido a la mierda. Me quedé sóla en la oscuridad. Entré a caminar y de repente empecé a ver, a difuminar siluetas blancas en la oscuridad... y esa incansable pregunta:_¨ ¿¡A DÓNDE ESTOY!? - De repente la sentí repetir casi pegada a mi. Y la silueta se transformó en el fantasma de una mina con cabeza de calabera de buey que se me pegó iba a dónde iba. Traté de llegar a dónde vi luz y caí a un espacio en donde se realizaban autopsias con una mano robótica que iba relatando cada uno de sus movimientos:_¨ ¿¡Qué hacen acá!? - la mano bajó una lámpara que nos percibió a ambas. El fantasma de la mina no dejaba de decir:_¨ Luna, luna, luunaaaaa...¨- mientras tocaba y tiraba al carajo todas las herramientas de la mesa de laburo. Yo estaba re cagada. No entendía ni medio tampoco. En un intento de conversación le decía:_¨ Siiii! Lunaaaaa! El dibujito que mira mi sobrinito y dice Nuna, nuna, nuunaaaa!!! cantando - Una puerta se abre. Era Mercedes, llamándome. La corrí. Cerramos la puerta. Ella corría y tocaba unos porteros diciendo:_¨ Cura! ¨ - yo la corría a ella. Seguía sin entender nada. Llegamos a la puerta de hierro oxidado del cementerio y tenía las llaves colgando. Mercedes abrió y cruzamos por una calle de tierra hasta una casa enfrente. Nos escondimos detrás de un sofá tirado y vimos como salían unos curas hasta la puerta abierta a las puteadas. Mercedes se cagaba de risa. ¨ Vení. Vamos a casa...¨ - me dijo. E hicimos dos pasos y entramos a una casa precaria casi sin luz en la que un tipo que parecía la reencarnación de Don Ramón estaba ¨ sirviendo una mesa ¨, había otro flaco que parecía ser el hermano de Mercedes. La mesa tenía restos de comida varias cervezas y un mantel verdoso. ¨ Sientense a comer...¨ - nos dijo el tipo. Yo pensaba:_¨ ¿A comer qué? ¨ - ¨ Yo hice unos chorizos hoy...¨ - dijo Mercedes y fue a buscarlos. ¨ ¿Y entonces por qué estoy aca cagandome de hambre?, ¡andá a traerlos nena! ¨ - Detrás nuestro de la oscuridad, venía apareciendo una sotana. Don Ramón se levantó y saludó:_¨ ¡Paaaadreeeee!, ¿Cómo andaaaa? ¨ - ¨ Luis... bien ¿y usted? ¨ -  ¨ Y aca... por comer alguito ¿vió? ¨ - ¨ Veo ¨ - dijo el cura, mirando el desfiladero de cervezas... ¨ Mercedes lo volvió a hacer.¨ - soltó solemnemente. - ¨ ¡Pero qué pendeja de mierda! ¨ - ¨ ¡¡¡Merceeeedesssssss!!! ¨ - le gritó enojado. Mientras ella aparecía con una olla de comida. - ¨ A las tres te quiero en la cama.¨ - Mercedes soltó la olla en la mesa y se sentó con cara hiper seria. - ¨ ¿Cómo anda el laburo Luis? ¨ - ¨ Yyyyyyy, vio cómo es esto padre... a veces hay, a veces no hay. A veces llueve y no se puede hacer nada...¨ - ¨ ¿Y vos Martín? ¨- le preguntó al hermano de Mercedes que se estaba llenado la mandíbula de guiso. ¨ Y el con el problema de sus vómitos... no lo toman en ningún lado, vió padre? Es un tema...¨ - respondía Don Ramón por él. - ¨ Bueno, los dejo cenar en paz... qué descansen...¨ - ¨ ¡Gracias padre! ¨ - se sentó diciendo con un vaso de cerveza en la mano el padre de Mercedes...

El tipo era un veterano de Malvinas no reconocido como tal, sin pensión ni beneficio alguno y bastante chapa. La madre de Mecha, como ya le decía yo en mi mente, había muerto de una sobredosis de intentos de heroína que conseguía inyectarse. El tipo la fajaba, a ella y a Mercedes, como planeaba volver a hacer esa madrugada cuando terminara de empedarse. Su mujer se refugiaba en la droga y terminó de hacerlo en el mismo cementerio que Mercedes usaba de ¨ playground ¨ casi cada noche con la excusa de que iba a ver la tumba de la madre. Su hermano... bueno, era un incompetente sin oficio ni estudios que no servía más que para hacer sombra y encubrir las aberraciones casi diarias del padre. Nunca voy a entender cómo supe todo aquello. Sólo sé que Mercedes jamás me lo contó ni se escapó de esa vida.

Me desperté. Me había dormido todo el viaje. Juan me dijo que me perdí el cementerio. Bajamos, hicimos unas cuadras y en la esquina vi el mismo sillón donde me escondí con Mecha. La calle era de tierra. Y la casa de Mecha, era la de al lado de Juan. - ¨ Creo que no me perdí de nada en el bondi Juan...¨ - le dije y entramos a cenar.


CATALINA PÉCORA.

© 2015

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