LO ARRUINÉ TODO

Aún incluso antes de arruinarlo del todo ya lo había arruiado años antes. Él siempre me lo dijo, pero yo no lo entendía. Me puse a revisar viejos mails, viejos chats y viejas peleas. Hizo todo cuanto tuvo a su alcance para retenerme pero fui yo la que se escurría como agua entre sus dedos. Con mis comportamientos, con lo forra que me ponía, con lo mal que lo trataba, con lo por sentado que la daba, cuando pretendía que él hiciera TODO, lo que le correspondía a él y a mi. Mientras él se deslomaba para que a mi no me faltara nada y luego que no NOS faltara nada, a mi y a nuestro hijo. Hoy sin vuelta atrás, sin ninguna esperanza de tener la chance de recomponer lo que rompí, me doy cuenta de que la única responsable de que mi matrimonio haya muerto fui yo. YO y nadie más que yo. Y aún así, él sigue ahi, quizá no lo estaría si no tuviéramos un hijo en común pero sigue ahí, como el ángel protector que siempre fue, como el sostén, como el pilar, sólo que por más que justas razones, yo ya no soy digna de su amor incondicional, no de TODO su amor, porque que siga ahi, es, después de todo, una especie de amor, no sé de cuál, pero lo es...

©CATALINA PÉCORA
2020