Los pensamientos y las palabras brotan como el agua de entre las piedras, como la fuerza de un río me llevan consigo. No puedo controlar, la manera en que todo viene a mi mente mezclado, instantes, recuerdos, voces e imágenes, sobre todo imágenes.
Imágenes del pasado que a su vez evocan sonidos u aromas. Sonidos de risas, de llantos. Aromas dulces o amaderados.
Una lluvia constante de recuerdos me bañan a diario como un velo de agua que cae con violencia, incesante y despiadado. Y por mucho que intento escaparme, me ahogo en llanto de tanto recordar. La felicidad rota, las añoranzas perdidas y el porvenir quebrado...
El pasado me atormenta y otra vez mi vida se llena de agua. Que a veces corre y se abre paso y otras se estanca y se me atraganta. Como las cosas que nunca dije. Como las cosas que nunca debí decir. Las palabras reborbotean en mi cabeza como agua hirviendo, los pensamientos queman en donde nacen y luego se van diluyendo...
No hay papeles ni tinta suficientes, para las palabras y frases de años. Ni espacios cybernetianos ni la fuerza de mis manos. Trataré de cerrar los ojos y volverlos sueños líquidos. Nadar aunque sea una noche, en un paraíso onírico...
© CATALINA PÉCORA
2016
Imágenes del pasado que a su vez evocan sonidos u aromas. Sonidos de risas, de llantos. Aromas dulces o amaderados.
Una lluvia constante de recuerdos me bañan a diario como un velo de agua que cae con violencia, incesante y despiadado. Y por mucho que intento escaparme, me ahogo en llanto de tanto recordar. La felicidad rota, las añoranzas perdidas y el porvenir quebrado...
El pasado me atormenta y otra vez mi vida se llena de agua. Que a veces corre y se abre paso y otras se estanca y se me atraganta. Como las cosas que nunca dije. Como las cosas que nunca debí decir. Las palabras reborbotean en mi cabeza como agua hirviendo, los pensamientos queman en donde nacen y luego se van diluyendo...
No hay papeles ni tinta suficientes, para las palabras y frases de años. Ni espacios cybernetianos ni la fuerza de mis manos. Trataré de cerrar los ojos y volverlos sueños líquidos. Nadar aunque sea una noche, en un paraíso onírico...
© CATALINA PÉCORA
2016
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